El domingo acompañamos al #esposoespacial a una chocolatada preparada por él y sus amigos. Una que llevaría una sonrisa extra a muchos niños y entre panetones y juguetes, ví a mi adolescente feliz y comprometido en ayudar.
No hacíamos esto desde la cuarentena y realmente es enriquecedor y más ver que disfrute hacerlo.
Lidiar con más de 150 niños y sus papás, el calor, el sol y la bulla no es fácil pero cuando hay ganas, todo fluye.
Verlo me reconforta y alegra el alma...
Estamos haciéndolo bien o al menos eso tratamos.
Tiene un corazón hermoso.
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