✨¿Que le diría a mi yo del pasado?✨
- KIARA
- hace 5 días
- 2 Min. de lectura

Pues... Que las cosas mejoraron muchísimo.
Él, todo un adolescente de 15 años a puertas de los 16. En un abrir y cerrar de ojos dejó de querer mis abrazos a cada momento, aunque a veces, los necesita de manera silenciosa. Ya no quiere fotos pero me complace de tanto en tanto.
Es un joven que quiere hacer las cosas a su manera y en ciertas oportunidades le funciona. Él se conoce y sabe sus puntos débiles, pero por el momento, como todo adolescente, simplemente pasa sobre ellas algunas veces y eso también está bien, es parte del aprendizaje.
Su TDAH está más controlado, al igual que sus impulsos. Su tolerancia está bajo control, aunque hay días que se dispara, pero se da cuenta casi inmediatamente y trata de enmendarlo. Esto amigos, es una alegría y tranquilidad.
Está aprendiendo a sacarle jugo a las oportunidades que se dan en el día a día escolar. Si su talón de Aquiles es aritmética, pues sube el promedio en deportes. Hay que explotar sus fortalezas sin olvidar que debe enfocarse en sus debilidades sin medicación, con el deporte de la mano, la disciplina de papá y la guía de mamá. Es un camino difícil, pero lo está haciendo excelente.
Lo veo más alto que yo, con sus palomilladas, trabajando en su autoestima, pero siempre con esa mirada tierna.
Me hubiera encantado saber, en la época más difícil, cuando iniciamos en el mundo del TDAH, que solo era cuestión de tiempo, que las cosas se irán acomodando conforme pasara el tiempo. Aún tropiezo como mamá TDAH, aún me cuesta y es que no es fácil. Es lidiar con todo y contigo misma, pero es una lucha que no para.
Hoy disfruto más mis días, mi maternidad, mi familia sin tanto estrés, comparado como cuando mi flaco tenía 7 años.
Un día a la vez.
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