El TDAH me golpeó bruscamente hace 8 años

El TDAH me golpeó bruscamente hace 8 años, múltiples exámenes y evaluaciones hubieron en nuestro camino.

Pero éramos mi hijo y yo contra el mundo, y yo era un desastre TOTAL...

No dormía porque mi hijo tampoco lo hacía, saltaba en la cama después de que lo acostaba, no comía bien porque nunca tenía tiempo o me dedicaba a ver la forma que mi niño comiera ya que tenía un rechazo a ciertos alimentos por texturas, era un manojo de nervios porque siempre cada vez que recibía una llamada del colegio al punto de estacionar mi auto en la puerta y leer un libro esperando esa llamada.

Los constantes viajes a las terapias y deportes eran mi día a día... Pero al ver los ojitos de mi flaco indefenso cuando esa "tormenta" bajaba su intensidad, me partía el corazón y bajaba mi barrera llenándome de fuerzas para continuar un día más.

Hace 8 años aprendí que la fortaleza está, no se acaba, aunque puede pedirte un "chepi bola" de vez en cuando. Hace 8 años aprendí que, desesperándome, no ganaba nada y, aunque aún flaqueo, trato de dar lo mejor de mí.

Aprendí que mi mejor aliado es la información y el aprendizaje en el tema. Aprendí a no darle importancia a las miradas y los murmuros.

Es duro y definitivamente no es un camino fácil.

Hoy puedo decir que esas tormentas han disminuido y que aparecen muy de vez en cuando. También que a pesar de que la adolescencia está en plena efervescencia, estamos bien.

Y aunque diga que no me necesita, es mentira.

Me gusta que venga a mí a pesar de no "caerle" la mayoría del tiempo y aunque piense que no lo entiendo o hago cosas para "molestarlo", es simplemente que le estoy enseñando a defenderse en la vida.

Aún sigo aprendiendo, me sigo conociendo... Pero sigo intentando y esa es la idea. No tires la toalla, aunque parezca imposible continuar.

¿Estás empezando en este camino del TDAH? Pues déjame decirte que no estás sola, aunque lo sientas así. Siempre busca el lado positivo y alternativas a todo. Ten siempre un plan B, C y D bajo la manga, respira profundo SIEMPRE antes de actuar, pero, sobre todo, cuídate y trata de darte tus tiempos.

Una mamá feliz = a un hijo feliz.

Vive un día a la vez