Las malas calificaciones

Cuándo estaba en el cole, sentía nerviosismo cuando nos entregaban las libretas al final de cada bimestre. La típica era ojearla antes de dársela a mamá y decir "ufff ni un rojo", realmente ya ni me fijaba la calificación como tal de los cursos, simplemente ver que no tuviera un jalado ya era un alivio.

Esto lo vi nuevamente en mi hijo y como comunicación siempre ha existido de manera abierta con el peque, una de las cosas que siempre ha manifestado, es que las calificaciones negativas en los trabajos y tareas, le causan tristeza, frustración, ansiedad y lo desmotiva, sobre todo por que se acostumbra a corregir con lapicero rojo.

Y con toda la razón, ha tenido años recibiendo anotaciones en las agendas con rojo ya sea por comportamiento o por bajas calificaciones. Y por más que se solicitaba al colegio que se le corrigiera de una manera distinta, muchos no cumplieron. Esto obviamente y junto con otros factores, generó rechazo al estudio.

Como saben, en casa estamos avanzado y repasando ejercicios del año pasado, para que este año se sienta más preparado y pueda afrontar su último año de primaria tranquilo.

Pero al corregirle, simplemente le pongo un punto al costado de la operación, ya sea con lápiz o con otro color de lapicero para que sepa que debe verificar el procedimiento y así llegar a una respuesta correcta. De esta manera no lo relaciona con algo negativo.

Es básicamente lo mismo, corregir las tareas y los exámenes, pero con un impacto positivo. 'Únicamente se están cambiando los parámetros y las estructuras mentales', resaltando también junto con anotaciones positivas, las respuestas correctas.

La idea del cambio de color, es que nos enseña a centrarnos en lo positivo, a pesar de las cosas negativas.

Existen diversos métodos que se pueden aplicar en el aula para la corrección se exámenes y/o tareas.

Es un plus poder trabajar con él en casa y motivarlo de una manera asertiva, simplemente es cambiar el "chip".

Kiara