Hace un año nunca imaginé llegar a sentir tanto dolor, ni un vacío tan inmenso que hasta el día de hoy no logro comprender ni llenar.
Mi papá se fue una mañana, un día como hoy, sin despedidas, sin un beso en la frente, sin un te amo.
Cuando pierdes a una persona amada, sin querer buscas culpar a algo a alguien, comienzas a darle vueltas al famoso "si hubiera hecho esto", pero realmente todo estaba escrito de alguna manera. Sigo viviendo en modo automático, ayer sentía que no había pasado el tiempo como si estuviera flotando en el tiempo.
La relación que tenía con mi papá, siempre fue única, era el papá gallina en todo sentido, capa protectora de todo y de todos. Recuerdo que cuando empezó a sentirse mal (mucho fue por el estrés de ser un empresario independiente y tener que cumplir con sus obligaciones) caminamos abrazados a mediados de mayo y le pregunté "¿Te veo cansado, no te estarás rindiendo no papá? “ a lo que él me respondió" Nooo mí amor, esta situación de me tiene cag&$% pero no me rindo, los tengo a ustedes".
Luchar conmigo misma es agotador, tratar de tener una sonrisa siempre para el enano y/o estar positiva y ecuánime cansa. Soy mamá soltera, yo veo todo por el peque, no es fácil, más con una situación como la que vivimos y si a eso le sumas un dolor tan intenso es para volverse locos.
Hoy, físicamente no estás, pero estás, porque te siento a mi lado en cada paso. En cada mirada del peque, en sus ocurrencias, en sus malos momentos y en sus abrazos.
Por eso, siempre les digo, aprovechen el tiempo, estamos de pasada. Abracen, amen, besen, siéntate a escuchar sus historias y anécdotas, hay tanto que aprender.
Realmente no hubo despedidas y eso es... Una promesa de que algún día volveré a verte y perderme entre tus brazos, sentirme como esa niña pequeña que te miraba como un súper héroe, como mi Robin Hood.
Te amo y desde acá saldremos adelante
Besos al cielo papá.
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