Jugar a construir diferentes estructuras con imanes es algo increíble para los peques, ya que además de ser un juego versátil, tiene un gran valor educativo.
Los juegos magnéticos suelen recomendarse desde edades muy tempranas por todos los beneficios que aportan para el desarrollo psicomotor y cognitivo de los niños.
Algunos de sus beneficios:
-Motricidad fina y precisión (función pinza para los más pequeños). -Visión espacial y coordinación óculo-manual (mano/ojo). -Pensamiento lógico y organización. -Cálculo. -Creatividad e imaginación. -Atención y concentración -Trabaja la paciencia y habilidades sociales.
Es un juego súper divertido ya que no tiene una estructura definida, sino que deja que el niño interactúe con el juguete de manera libre. A #LittleF le encantan y puede pasar horas jugando y lo mejor de todo es que lo despega de la tecnología por un largo rato.
Y para nosotros los papás, es un juguete que se puede trasladar fácilmente y el guardarlo es mucho más sencillo que otros juegos como los bloques.
A jugar!
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