Es una realidad, que el ser humano no está acostumbrado a no salir de su casa durante tanto tiempo, por lo que es altamente probable que algunas personas aumenten sus niveles de ansiedad.
Y yo, soy una de ellas... Aunque no es por quedarme en casa.
Al principio de la cuarentena obligatoria, sufrí con el miedo, angustia e incertidumbre. Dejar trabajar y realizar mis actividades acostumbradas, toda esta situación me sacó de "cuadro" pero las cosas fueron mutando.
Encontré en casa, un refugio ideal en todo sentido... Las cosas que antes me preocupaban empezaron a quedar en el olvido para darle paso a nuevas.
-Ansiedad por las clases virtuales, que gracias al cielo ya las tenemos dominadas a un 80%. -Ansiedad por el trabajo, entendí que lo más importante era estar sana y salva, así que empecé a ver diversas opciones para producir. -Ansiedad por el futuro, pero me di cuenta que el preocuparse de más, es un desgate innecesario.
Pero aún sigo con ansiedad por la enfermedad...
Con un sistema de salud colapsado, es imposible no preocuparse, sobre todo cuando pierdes seres amados por falta de atención médica oportuna.
~Este punto sigue en un alto grado de ansiedad~
Regresé a las noches de insomnio y dolores de cabeza... Hasta que dije "hasta acá no más"
Tomar las riendas de mi salud emocional no ha sido sencillo, sobre todo por lo que hemos pasado estos últimos meses.
Decidí salir a trotar (donde vivimos tenemos el área necesaria sin salir de casa) y aunque me está costando por la columna y las ganas locas que tiene mi cama de no soltarme, estoy saliendo con todo el punche del mundo y que mejor que tener una fuente de inspiración cercana.
~Mi prima es lo máximo (gracias por todo)~
Estoy retomando los emprendimientos de manualidades y estudiando algo que realmente me encanta.
Pero... ¿Por qué te cuento esto?
Porque aprendí que le daba mucha importancia a cosas sin sentido y porque quiero sepas que no estás sola...
Que muchos estamos llevando el mundo a cuestas y que tarde o temprano, saldremos de esta, a pesar de sentir que nos ahogamos.
Quiero que recuerdes que somos espejo de nuestros hijos y para que ellos estén bien, primero debemos estarlo nosotros.
Busca alguna actividad que te relaje como el deporte en casa, meditación y mindfulness, aromaterapia, lectura, costura, manualidades, jardinería, bailar y podría seguir.
La idea es que encuentres eso que baje las revoluciones. No podremos eliminar la ansiedad, pero sí, combatirla. Busca ayuda de ser necesario de un especialista.
Es necesario entenderla, aceptarla y manejarla adecuadamente, es decir, hacer una buena gestión emocional.
Un día a la vez
Kiara
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