Adiós mamá de uno...

A pocos días de tener a #BabyF en nuestros brazos, me voy despidiendo del dúo dinámico y de una vida de mamá de un sólo hijo.

Mi corazón, latió junto con el del enano por 38 semanas hace 13 años y fue el sentimiento más hermoso y retador que he sentido en mi vida.

No pensé que volvería a sentir esa emoción nuevamente y a su vez ese temor de no estar para ellos.

Con #BabyF todo ha fluido mejor, sin tanta preocupación por los detalles a diferencia del enano, me agarra más madura, más plantada y con menos temor a cometer errores.

Pero... Me despido de mi hijo como único y es que a pesar de ser más grande, estoy segura que él siente que ahora deberá compartir a su mamá, los tiempos y el amor.

Y aunque hemos conversado mucho sobre esto, él sabe que siempre tendrá un espacio especial en mi corazón, por qué por él aprendí el amor infinito y puro, ese amor que te hace invencible y capaz de luchar contra viento y marea.

El enano, espera a su hermano con todo el amor del mundo y con mucha ilusión a pesar de los cambios que llegarán de manera inminente.

Siente miedo por qué entiende que una operación siempre trae un riesgo pero le estamos dando toda la tranquilidad del mundo.

¡Así vamos con fe!