Una semana...

Una semana en la que he sentido como si estuviera en una película muda, en blanco y negro y con el pie en el acelerador.

Una semana que pasó en un abrir y cerrar de ojos, en la que he sentido como aquellas cosas que uno le daba demasiado importancia, ya no importan más. Vas viendo lo esencial y la belleza de las cosas simples.

Una semana en la que he tratado de conversar con papá mirando al cielo, mientras escucho a mi hijo decir que cada paso que él da, siente que está con él.

Una semana...

Ayer, el pequeño quiso (con más valor que yo) entrar al dormitorio de mi papá, le pidió a la Nonna algunas cosas características del Nonno, quería guardarlas en un cajón de madera especial para poder sentarse cuando quisiera y recordarlo. Tiene una fascinación por tener cajitas o tappers con cosas especiales, así que esto, lo veía venir y aunque para mí es difícil para él no, esto lo reconforta.

~tiene miedo a olvidar el tono de su voz, el olor particular a su perfume y hasta el color de sus ojos~

Sabe que mamá tiene miles de fotografías y videos de la familia (ventajas de tener una mamá fotógrafa) y que jamás dejaré que lo olvide. Que tengo muchas historias y hazañas por contarle de su abuelo pero tiene el temor a que todos esos detalles se queden en el olvido y eso natural, así que estoy tratando de contenerlo de la mejor manera posible.

La energía de mi pequeño Hulk está a mil% cuando está cerca a nosotros pero tiene un sueño intenso y letargo cuando está solo.

Ese "silencio" en su mirada está muy presente pero él es fuerte y cuando siente que no lo es, sabe que mamá está para sostenerlo.

Una semana con clases virtuales espaciadas, respetando sus horarios pero motivandolo para que su mente esté ocupada.

Ya no discute y está fluyendo con la corriente (raro en él) pero se ha dado cuenta que las matemáticas no son tan desagradables y que son llevaderas.

Una semana difícil pero estamos sobreviviendo, al menos siento que eso hago, flotar y seguir flotando.

Pero ahí vamos...

Un día a la vez ❤️ Kiara