Mamá espejo
- KIARA
- 11 jun 2019
- 2 Min. de lectura

Nosotros como padres somos espejos y nuestros hijos son el reflejo. Es una de las frases que más repito y es que es cierto, muchas veces me he visto reflejada en mi hijo. Ellos aprenden observando tanto lo bueno como lo malo y es que siempre están aprendiendo a base de la imitación, son como pequeñas esponjas. Somos roles a seguir y ahí está nuestra gran responsabilidad como padres. Nos miran como héroes en muchos casos, que podemos hacer todo y no hay imposibles pero al llegar a la edad de #LittleF - 9 años- nos empiezan a ver con otros ojos. Por ejemplo, él ya me ve con ojos de comprensión, entiende cuando mamá está cansada o agotada física o emocionalmente y cuando se da cuenta de eso, sólito va avanzando sin chistar, trata de ayudarme y me habla como como si fuera yo, con palabras l pausadas, repitiendo las mismas frases que le diría en ese caso, comprende que las cosas no son tan fáciles como él pensaba ya que parte de eso ha sido explicarle las cosas como son, claras pero respetando su edad. El pisar tierra es parte del trabajo, no por que sea mi hijo tiene que recibir todo aquello que se le antoje o que yo estoy en la obligación de concederle cada gusto que tiene. Así que va tomando las cosas como viene, esta parte le cuesta y mucho pero también hay veces que suelta esa ansiedad de tenerlo todo y él mismo se repite "ya podré tenerlo en algún momento" aunque la mayoría de veces le gana y termina en crisis. Y eso también lo aprende de mis reacciones, palabras y acciones, hay que enseñarles con el ejemplo, así como la tolerancia y la empatía. El ir por la vida buscándole lo positivo y bueno. Así que mi plan personal es ser un mejor espejo para él, tratar de respirar más cuando sienta que no puedo seguir y ver las vida de una manera más Zen! Es decir un día a la vez.