Uno de los puntos débiles de mi hijo, ha sido los números desde que ingresó a primer grado.
El cambio de inicial a primaria fue un choque instantáneo y creo que a muchos peques también les debe haber pasado. El pasar de usar buzo a uniforme, de aprender a base del juego y movimiento a estar horas sentado en una carpeta y de aprender lo básico a usar libros y demás.
Esto también se vio reflejado en las matemáticas y a pesar de que lo apoyé en todo el camino (dentro de mis posibilidades), llegó el momento en el que debía aprender las tablas de multiplicar y claro a esto se le sumaba las dificultades para procesar la información en su totalidad y centrar su atención en una sola tarea.
"Esto se debe a: su incapacidad para el procesamiento global de la información, falta de flexibilidad cognitiva, estilo de aprendizaje impulsivo y poco reflexivo." Por ejemplo
Definitivamente no lo logró, ni en tercero, ni en cuarto y ni en quinto de primaria. Tal vez no encontré la técnica necesaria o no era el momento indicado. A pesar de colgar carteles en el cuarto con las tablas, jugar al "¿Me olvide cuanto era 3x4, tú sabes?" y/o cantándole, entre otras cosas más.
Pero este año arrancó con pie el derecho, llevó clases en el verano para reforzar las tablas y lo logró. Felizmente su disposición fue un PLUS, creo que cayó en cuenta que estaba a punto de empezar clases y recordó que sus compañeros son muy competitivos, así que se propuso aprenderlas.
¡Y lo logró!
Llevó y sigue llevando el refuerzo matemático con Emi de "Mate Refuerzos" y una de las cosas que ella me dijo fue ...
"Las matemáticas son como una cadena. Si no tenemos el primer eslabón bien cerrado, a medida que agreguemos más, harán presión y esta cadena será muy frágil. Igual pasa con la multiplicación, si no tenemos la suma clara (y aún usamos los dedos), de nada servirá aprender las tablas de memoria ya que no entenderemos el porqué de cada tabla. Además, practicar a diario, encontrando diversas formas como las tradicionales y alternativas como la aplicación de juegos y sana competencia, nos ayudará a fortalecer la confianza a través de lo aprendido".
¡Algo tan cierto!
A veces juegan en Kahoot, algo que el peque encuentra muy divertido así que su atención de canaliza y como las sesiones son cortas, de 45 minutos, no se satura.
Así que en casa es básico:
-Explicarles en qué consiste la multiplicación, no sólo centrarse en que se lo aprenda de memoria. Enseñarles que la multiplicación no es más que la suma sucesiva de un mismo número y que aprender a multiplicar les ayudará a sacar cuentas más rápido.
- Respetar su ritmo de aprendizaje, así que a tener paciencia.
-Motivarlos a practicar es un MUST. La multiplicación no solo es lógica, también demanda una buena dosis de práctica incluso fuera de casa.
-Darles estrategias. Existen muchas estrategias para que los pequeños puedan aprender, por ejemplo mi hijo aprendió la tabla del nueve con una técnica de los dedos.
-Ayudarlos a repasar, esto es un trabajo en conjunto.
Ahora las tablas no son un dolor de cabeza, el peque está más seguro de sí mismo y es un escalón menos. Es cuestión de tener paciencia y respetar sus tiempos.
¡Sí se puede!